Son muchos los jóvenes que al terminar el secundario deciden continuar sus estudios y emprender una nueva etapa de sus vidas en la capital del país, Buenos Aires.
Ya sea por que elijen una carrera que no esta en Salta, por que tienen hermano/as estudiando afuera, por que buscan independencia o por que están ávidos de vivir nuevas experiencias, entre otras cosas, es una gran parte de los jóvenes salteños deciden aventurarse a arrancar, con mucha incertidumbre y temor, un nuevo episodio de sus vidas en la gran capital.
Emma Lagos de 21 años, es salteña, hace 4 años que vive en la capital del país y ella sostiene que al ser del interior, es normal que al terminar el colegio uno se vaya a estudiar a otro lado que no sea su provincia. Maria José Alurralde, 22, comenta que entre otros, los motivos que la llevaron a estudiar lejos de Salta fueron que: “el hecho de salir de salta implica no solo asumir nuevas responsabilidades al vivir solo, sino que abrís mucho la cabeza y aprendes muchas cosas”, y al igual que ella, Candelaria Mariño, 21, contó que a ella también la cautivo la idea de abrirse mentalmente ya que: “…Salta nunca me iba a poder dar esa oportunidad” .
Sofía Martorell, 21, contó que ella desde chica supo que iba a estudiar en Buenos Aires, y esto se debe a que en parte peso mucho la motivación por parte de sus padres para estudiar afuera y en otra gran parte el hecho de que la mayoría de sus amigas hayan dejado Salta para arrancar con sus estudios universitarios fue un gran plus a la hora de tomar la decisión.
Adaptarse al ritmo de vida porteño, cuando se viene de una provincia tan placida y serena como es Salta, no es tarea sencilla para nadie y muchísimo menos fácil es para uno cuando tiene 17/18 años y se le exige tomar una decisión tan difícil como es la de elegir una carrera profesional para toda la vida e inmediatamente arrancar con un verdadero ritmo de estudio.
Al joven del interior, la nueva realidad en la gran ciudad le exige muchas nuevas actividades que seguramente, un tiempo antes, en su tranquila vida en su provincia el no las tenia incorporadas: desde hacer las compras en el supermercado, pagar las cuentas, trasladarse por las grandes avenidas en cualquier tipo de medio de transporte publico, mantener una sana convivencia con quien le toque vivir (hermanos, amigos, compañero) en un espacio mucho mas reducido al que estaba acostumbrado y encima de todo estudiar de una forma constante y responsable muy diferente a las que nos acostumbra el dulce colegio.
Son muy variados los efectos que los cambios de residencia producen en los jóvenes. Por ejemplo, por un lado, Estefanía Sola, 21, dijo que: “al principio no me costo tanto adaptarme. Con el tiempo empecé a extrañar mas, pero creo que lo que extraño es la tranquilidad de Salta”, y por otro, Fátima López Sanabria, 21, mantiene que le costo mucho adaptarse a la capital, “Primero que nada por estar separada de mi familia y de ciertos amigos. Por otro lado, por el hecho de pasar a vivir en una ciudad donde su agitado ritmo sea el que marque tu ritmo de vida y donde los tiempos y las exigencias son otras”. Jerónimo Torino, 22, manifiesta que nunca se arrepintió de haber salido de su ciudad, y que si bien a veces llego a ser muy difícil la distancia y que a pesar que llego a considerar volverse “… siempre considere mas positivo el luchar e intentarlo”.
Existe una Asociación de Estudiantes Salteños en Buenos Aires “AESBA”, que tiene como principal proyecto implementar un sistema de pasantias para la reinserción laboral de los graduados en Buenos Aires, que regresan a Salta a trabajar (ya que la distancia provoca una pérdida de los contactos laborales). Esta Asociación cuenta con el apoyo de la Universidad Católica de Salta. Y esta misión que se han emprendido estos jóvenes es muy valiosa para el joven que abandona su ciudad para su formación académica, ya que la mayoría de los que se van regresan o desean regresar a su provincia una vez que estén recibidos.
Florencia López Mirau, 22, manifiesta que algún día va a volver a Salta, “… no se si apenas termine mis estudios o después de un tiempo, pero si voy a volver”. Roberto Velarde, 20, también sostuvo que va a volver a vivir a Salta una vez finalice su carrera de Medicina. Jerónimo Torino, 22, planteo que Buenos Aires es una linda etapa mientras uno sea un estudiante, “… pero cuando uno es grande y se toma la vida mas en serio lo ideal es hacerlo en una ciudad mas pequeña y Salta para mi, y seguramente para todos los salteños es la ideal”
Personalmente, como periodista salteña que opto por formarse en Buenos Aires, puedo sostener que elegí la gran capital para mi formación por que, si bien en la provincia de Salta hay un muy buen nivel académico, el de la capital del país es, obviamente, mas universal, además de contar con un plus que es el de vivir independientemente en una gran ciudad que le brinda a uno un aprendizaje paralelo al curricular de la Universidad.
Durante mi formación académica tuve la suerte de formar vínculos que fueron muy valiosos para mi tanto a nivel personal como normativo y así se ampliaron mis posibilidades de acceder al mundo globalizado.
Andrés Suriani, 20, esta estudiando Periodismo y también entiende los beneficios de salir de su propia provincia para formarte en una carrera así: “Para mi carrera, Periodismo, Buenos Aires, es en el lugar donde no solo se encuentran los grandes medios, sino donde se producen los acontecimientos noticiosos”.
